En todo proceso de intervención en el lenguaje y la comunicación, tanto con niños como con adultos, es necesario conocer el estado y las características de las personas para las cuales se va planificar una estrategia de intervención. En nuestro, la evaluación de la comunicación y del lenguaje está encaminada a conocer estos aspectos con la particularidad de que evaluaremos a la persona y su situación comunicativa y lingüística a la luz de la nueva perspectiva que nos da contar con lenguajes, sistemas o estrategias alternativas, cuyo uso es menos frecuente que el habla, pero que han permitido, a determinados individuos, establecer intercambios comunicativos adaptativos.
Objetivos y características de la valoración para el uso de SAAC
El objetivo principal del proceso de valoración del lenguaje desde la perspectiva de los SAAC es decidir si una persona con perturbaciones en el habla, el lenguaje o la comunicación puede beneficiarse del uso de un SAAC. Así, pues, la evaluación está orientada a la toma de decisiones con la finalidad de establecer una estrategia de intervención adecuada a las posibilidades y necesidades de cada persona.
El proceso de valoración proporcionará a los terapeutas una información imprescindible para la intervención y les permitirá disponer de criterios de comparación a la hora de evaluar la eficacia de la intervención. Por eso habrá que hacer un análisis muy fino de las posibilidades que tienen las personas que evaluamos en diferentes áreas, así como de las demandas y expectativas que hay en su enrono familiar, escolar y social con relación a sus posibilidades de un uso funcional del lenguaje y de otros procedimientos y estrategias de comunicación.
Con relación a las características del proceso de valoración para el uso de SAAC, la toma de decisiones para planificar la intervención deberá ser planificada, lo mas objetiva posible y revisable.
La valoración suele realizarse, fundamentalmente a partir del juicio y la opinión de los profesionales que trabajan directamente con el niño o el adulto y, de forma complementaria, se consideran las opiniones de otras personas en quienes puede repercutir la decisión que se tome y, si es posible, se considera la opción u opinión del propio usuario. Dado el carácter abierto y novedoso de la evaluación del lenguaje desde esta perspectiva, se ha optado, en la mayoría de los casos, por una metodología observacional y se han elaborado diversos protocolos para registrar la información pertinente. Entre estos protocolos, algunos presentan una estructura que ha resultado muy útil para los profesionales y se ha convertido en unos instrumentos de evaluación muy difundidos y utilizados, como es el caso de las matrices para la toma de decisiones sobre sistemas alternativos de comunicación. Además de estas matrices, hay una serie de instrumentos como son los tests o pruebas estándar, listado de conducta, protocolo de observación... de los cuales pueden disponer los terapeutas para recoger y estructurar la información pertinente.
El proceso de valoración. Pasos y características:
En el proceso de valoración para la toma de decisiones con relación al uso de SAAC, se pueden distinguir varios momentos: “proceso previo”, porque abarca un grupo de acciones que parece indicado realizar antes de empezar el propio proceso de valoración; y “el proceso en sí mismo”, que sigue una serie de pasos especificados a continuación:
- Proceso previo:
- El ambiente de comunicación en el entorno;
- nivel de comprensión del lenguaje;
- en qué forma comunica las respuestas de “sí” y “no”;
- si presenta intención de comunicar;
- cómo intenta comunicarse;
- cuáles son los resultados de estos intentos;
- qué tipo de cosas intenta comunicar;
- con qué personas intenta comunicarse;
- cuál es la reacción del niño o adulto cuando no tiene éxito en sus intentos de comunicación;
- cuáles son las reacciones de los miembros del entorno;
- qué atribuciones de intenciones comunicativas hacen las personas del entorno.
- Fases del proceso de valoración:
Se analizarán varios aspectos: las habilidades cognitivas, sociales, lingüísticas, comunicativas del candidato; las necesidades comunicativas que plantea y la disposición y características del entorno familiar, escolar (o laboral, si es el caso) y social.
También se considerará los niveles de exigencia, expectativas, realismo y colaboración de las personas del ambiente de cara a la intervención del lenguaje.
2.Análisis de los SAAC disponibles:
Se estudiarán los diferentes sistemas de comunicación de que se pueda disponer en cada caso y se compararán las posibilidades que aporta cada sistema con relación a las necesidades del usuario. Se decidirá el sistema o sistemas que puedan ser apropiados para una persona en un determinado momento, teniendo en cuenta los procesos de aprendizaje y generalización de esa persona.
3.Análisis para la selección de una o varias ayudas técnicas:
Ya que algunas personas que usan un SAAC del grupo de sistemas gráficos (o con ayuda) necesitan una serie de instrumentos y estrategias para señalar o indicar los elementos del vocabulario que quieren comunicar, deberá evaluarse cuál de ellas es la más idónea para cubrir sus necesidades. Por lo tanto, se deberán analizar las características de las ayudas técnicas disponibles para seleccionar la que mejor se ajuste a nuestra demanda.
Esta fase tendrá especial relevancia en la evaluación de personas con trastornos comunicativos y lingüísticos por daño cerebral con afectación motriz.
4.Valoración del sistema y las ayudas técnicas para un usuario concreto sobre la base de las características que se están examinando:
En esta fase se intentará que el posible usuario del sistema pruebe en realidad la estrategia conjunta que se le propone y en función de la idoneidad de los resultados se tomará la decisión de utilizar el sistema y la ayuda técnica elegidos o, si esta combinación no fuera adecuada, se propondrá otra elección.
5. Selección final de uno o varios sistemas y ayudas técnicas:
Se tomará la decisión final del sistema a utilizar y los soportes (si son necesarios) para una persona en concreto, después de haber evaluado exhaustivamente sus necesidades y posibilidades y de haber considerado las diferentes alternativas de elección.
- Áreas y factores a considerar:
a)Área perceptiva: visión y audición.
b)Área de desarrollo cognitivo y social.
c)Área específica de comunicación y lenguaje.
d)Área motora y manipulativa.
El terapeuta del lenguaje deberá consultar con otros profesionales (oftalmólogo, audiólogo, psicólogo, medico rehabilitador o fisioterapeuta) la información relativa a los aspectos pertinentes en cada campo que sean relevantes para el trabajo en comunicación y lenguaje. El perfil profesional del logopeda le capacita para realizar la evaluación del área específica de comunicación y lenguaje con vistas a la aplicación de sus conocimientos sobre evaluación del lenguaje y la comunicación en general en diferentes patologías.
Podemos agrupar los factores a considerar en el proceso de toma de decisiones en varios bloques:
- Con relación a la persona que se evalúa:
-Factores motores (aspectos motores generales, habilidades de motricidad fina y gruesa, nivel de autonomía en el movimiento, reflejos orales, aspectos motores fono articulatorios...)
-Factores comunicativos- lingüísticos (habilidades sociales y comunicativas, habilidades de lenguaje receptivo, aspectos orales expresivos, pronóstico de inteligibilidad del habla, evaluación de las terapias del lenguaje anteriores, funciones del lenguaje, estructuración del lenguaje, complejidad fonológica...)
-Factores perceptivos (habilidades auditivas, habilidades visuales...)
-Factores curriculares (aspectos relativos a la capacidad de aprendizaje, metodología que favorece su aprendizaje, motivación, sistema de refuerzos, formación de los profesionales que trabajan con el usuario...)
-Factores sociales, ambientales y emocionales (entorno habitual y grupos de referencia, relaciones familiares y amistosas, distribución del ocio...).
a)Propios del sistema:
-Características generales del sistema: características de los dibujos en los sistemas gráficos, modalidad viso- espacial y secuencia temporal en los sistemas con ayuda...
-Nivel de abstracción: entendido de dos formas: por una parte, el nivel de abstracción que necesita poseer o manejar un niño o adulto para utilizar un determinado sistema cuya forma de representación es muy abstracta y elaborada (por ejemplo, la lectura, la mayor parte del sistema Bliss o la dactilología); por otra parte, el nivel de abstracción que el uso del sistema permite al usuario, es decir, el nivel de elaboración de contenidos y relaciones que se pueden hacer usando un determinado sistema.
-Amplitud de vocabulario del sistema: cantidad de términos que contiene el sistema, categorías semánticas que incluye.
-Posibilidad de múltiples usos, también llamado versatilidad. Se refiere a la posibilidad que ofrece un sistema de ser utilizado por personas con diferentes necesidades y posibilidades comunicativas y de ser utilizado de forma selectiva o completa.
-Saturación, o máximas posibilidades de un sistema: un sistema con muy poco vocabulario y con pocas posibilidades de crear vocabulario nuevo tendrá una tasa de saturación muy baja, es decir, que las posibilidades de su uso de agotan muy fácilmente.
-Naturalidad/ artificialidad. Esta característica se refiere al origen del sistema y de sus elementos. Si el sistema ha surgido de forma espontánea, con una finalidad expresiva y comunicativa, se dice que es natural (habla o lenguaje de signos). Si el sistema se ha creado de forma deliberada para fines inicialmente didácticos o terapéuticos y se puede atribuir la creación a un individuo o equipo en concreto, decimos que se trata de un código o sistema artificial (la palabra complementada, el sistema Bliss...).
a)Del sistema con relación al usuario:
-Discriminación sensorial (si hay trastornos visuales severos, es un aspecto importante para el tamaño de los símbolos gráficos; si la percepción auditiva está muy afectada, habrá que cuidar que la entrada de lenguaje sea, de forma predominante, por la vía visual).
-Proceso de enseñanza y de desarrollo: la relación entre la dificultad inherente al aprendizaje del sistema y las capacidades de aprendizaje del niño o adulto, así como las posibilidades de generalización del uso del sistema.
-Relación esfuerzo-logro: el nivel de abstracción del sistema propuesto deberá ajustarse a las necesidades del posible usuario, pero también, y muy especialmente a sus posibilidades. No podemos proponer un sistema cuya complejidad o dificultad provoca rechazo al uso del lenguaje o inhiba la intención de comunicar.
La importancia de este grupo de factores reside en las diferencias que existen entre los usuarios que tienen problemas en la comunicación oral por causas neuromotoras y por causas sensoriales.
En las personas con déficit motor el uso del sistema estará mediatizado por su habilidad motora, la precisión en la conducta de indicación de los contenidos de comunicación y la forma en que manifiesten las respuestas de “sí” y “no” con movimientos del cuerpo.
En el caso de posibles usuarios que tengan déficit auditivo, el uso del sistema estará en muy estrecha relación con los elementos externos al propio usuario, como son el conocimiento y la actitud hacia el aprendizaje y uso de dicho sistema que tengan los posibles interlocutores.
La tarea que se demanda al interlocutor de un usuario de un sistema con ayuda es que atienda a la comunicación, que sea paciente con el tiempo de espera y que lea los contenidos señalados; en cuanto a la tarea que se demanda al interlocutor de quien usa un sistema de comunicación sin ayuda es que conozca dicho sistema.
Instrumentos para valorar. Matrices para la toma de decisiones. Ventajas y limitaciones.
Para llevar a cabo el proceso de valoración descrito se han desarrollado algunas estrategias que permiten sintetizar el proceso, son las llamadas “matrices para la toma de decisiones en comunicación aumentativa” cuyo objetivo es organizar la información que parece necesario recoger de cara a tomar la decisión óptima con relación a una intervención logopédica en personas con afectación de la comunicación oral. Son unos instrumentos para la recogida de datos que, siguiendo una serie de pasos, llevan a la determinación de una opción,
Están formadas por redes de elementos relacionados. Cada elemento está formulado como una pregunta y las posibles respuestas que se den a esa pregunta deberán ser mutuamente excluyentes. La respuesta a cada uno de los elementos lleva al siguiente. Deberán caracterizarse por tener claridad formal, conceptual y terminológica en su formulación. Deben tener en cuenta los aspectos más significativos en cada área de evaluación e incluirán todos los factores que sea necesario evaluar.
Shane y Bashir (1980) definen algunas características de las matrices de toma de decisiones; entre ellas podemos destacar:
-Son un sistema comprehensivo mediante el cual se asegura fundamentar una decisión en un corpus de información.
-La presentación secuencial de cuestiones permite seleccionar los factores que son pertinentes para cada persona.
-Permiten configurar un documento gráfico sobre un tema en decisión.
-Aseguran el uso de cada sistema con la persona adecuada.
-Evitan caer en la idea de que los SAAC son la solución idílica para todos los problemas de comunicación.
El uso de matrices para la toma de decisiones:
Cada matriz tiene una estructura interna que el evaluador deberá seguir si quiere que el uso de ésta le sea beneficioso. Se deberá seguir cuidadosamente la línea de decisión, procurando tomar posiciones claras y no ambiguas ante las cuestiones, empleando el tiempo necesario.
Las matrices deben aplicarse en diferentes momentos y contextos, de cara a recoger la mayor cantidad de información relevante para el proceso de decisión.
Con relación a las personas que realizan el proceso de valoración, es conveniente que varios profesionales intervengan a la vez para incorporar elementos de observación y diferentes puntos de análisis, procurando que ningún aspecto sea olvidado, o para rechazar presuposiciones erróneas. En cualquier caso, los resultados deben revisarse y contrastarse.
Tenemos que considerar una serie de cuestiones que deben ser tenidas en cuenta paralelamente al uso de las matrices, como son: concretar previamente los aspectos que se quieren evaluar; cuidar las condiciones ambientales y contextuales en que se va a desarrollar la observación, intentar grabar las sesiones de valoración en vídeo (o en su defecto que haya un observador tomando notas) para poder hacer posteriores análisis y evitar la pérdida de información relevante; controlar el tiempo en que se trabaja directamente con el niño para evitar valorar en momentos de fatiga, tensión. ..; aprovechar la práctica de otros terapeutas en evaluación, planteándoles dudas y analizando los consejos que nos pueden aportar soluciones.
Matriz de Owens y House:
Esta matriz, con los tres niveles de análisis que aporta, posibilita una decisión más fácil y concreta. Su orientación a la evaluación de lenguaje en aquellas personas que tienen un trastorno motor llega hasta el punto de que aunque la habilidad manual sea buena, si el entorno no es favorable al uso del sistema manual los autores orientan hacia una opción que consiste en elegir un sistema con ayuda.
Hay un gran numero de sistemas sin ayuda idóneos para diferentes tipos de personas con perturbaciones de lenguaje y la comunicación derivados de problemas de audición. Lo que parece faltar es una forma estructurada de evaluar a estas personas que permita a los terapeutas tomar decisiones con un mínimo de objetividad y tranquilidad sobre la adecuación de cada sistema a cada situación y a cada persona. En cada caso concreto serán los terapeutas quienes deberán hacer la opción sobre qué estrategias de valoración usarán.
El uso de las matrices para la toma de decisiones con relación a comunicación aumentativa ha sido muy fructífero al asegurar no sólo una intervención más correcta, sino posibilitar también unos criterios de evaluación continuada.
A modo de resumen, debemos destacar que la flexibilidad y rigor son, probablemente, las características que deben guiar el proceso. Se debe planificar y diseñar el proceso de una forma ordenada, evaluable y revisable en sí mismo. El rigor en la recogida de datos y la seriedad en el proceso redundaran en el beneficio de los usuarios de los sistemas, de los terapeuta, y del propio avance de los conocimientos sobre el lenguaje y los procesos de comunicación.
La valoración está orientada, a la toma de decisiones sobre si una persona es candidato o no al uso de un SAAC, y en caso afirmativo, a cuál.
Siguiendo a Kart (1982), podemos destacar algunos de los requisitos que debería cumplir el SAAC que, tras un proceso de valoración, se debe recomendar a aquellas personas con trastornos en los aspectos vocales del lenguaje que puedan suplirse mediante sistemas alternativos. Los requisitos serían:
-ofrecer la máxima rapidez posible de comunicación;
-ofrecer el máximo posible de comunicación y lenguaje;
-atender adecuadamente el mayor número de necesidades de comunicación del usuario;
-posibilitar que la persona sin habla pueda comunicarse en cualquier momento del día o noche;
-ofrecer la posibilidad de adaptarse a cambios futuros;
-ser aceptado por el usuario y por las personas que más se relacionan con él;
-ser adecuado para el nivel de apoyo que se puede ofrecer al usuario.
(Hay que puntualizar que la propuesta de Kart está basada en el uso de SAAC del grupo de los sistemas con ayuda o sistemas gráficos).